martes, 24 de febrero de 2009

EL DIA PRINCIPAL Y SUS RITOS


Ha llegado el día esperado ansiosamente por todos; es el 2 de febrero, la fecha principal e inaugural de la fiesta, donde se manifiesta en pleno la religiosidad y la devoción de los puneños por la Virgen. En esta ocasión, la Mamacha es paseada en andas por la ciudad. Llaman la atención los concursos de danzas que convocan a grupos de bailes autóctonos o Sicuris, provenientes en su mayoría de las afueras de Puno.
Los danzantes lucen trajes típicos en balleta o lana de oveja, deslumbrando con lo mejor de su arte y moviéndose alrededor de los músicos, formando figuras y letras con el nombre de su Santa Patrona.
Acuden también los bailarines del campo, campesinos que marchan en tropel blandiendo instrumentos antiguos y modernos, ataviados con trajes de pedrería, como la "morenada", con gorros multicolores o llevando trajes que simulan cóndores y llameros; todos ellos acompañan el recorrido de la procesión.
El insigne peruanista José María Arguedas describía a su manera algunas características del desfile: "..Magistrados, autoridades, representantes de los poderosos podían aparecer entre los personajes de los bailarines, mofándose de ellos, con un rostro cruel o repulsivo; cóndores, osos, indios, negros, toros o serpientes eran mostrados en figuras graciosas o majestuosas, de misteriosa o temible apariencia".
El lunes siguiente al día central, cada uno de los grupos de bailarines se detienen unos minutos frente al templo que alberga a la Virgen; a continuación revientan una sarta de cohetecillos para venerar luego la sagrada imagen, recibiendo a cambio toda la frescura del agua bendita que un sacerdote derrama en sus sudorosas cabezas.
Hay que decir que a estas alturas de la fiesta, después de tantos días de algarabía, los bailarines claman para que cualquier líquido caiga sobre sus cabezas, petición que es concedida pues de inmediato comienza a "llover" agua desde los altos de las casas que orillan el circuito del desfile

No hay comentarios:

Publicar un comentario